En 2005, con Bodegas San Prudencio convierten en realidad sus sueños y se comienza un proyecto maravilloso e ilusionante con la única finalidad de elaborar vinos distintos y con un fuerte sentido de apego al lugar donde proceden, con viñedos en propiedad y fieles a una filosofía vinícola no intrusiva y respetuosa con el medioambiente. Por fin, unos jóvenes convertidos en viticultores están haciendo algo significativo juntos, y aún más importante, algo que tanto les apasiona y les hace disfrutar.
Hoy en día, bodegas ENVITE continua esa tradición y elabora vinos de diferentes viñedos y terruños proporcionando sustento a 12 familias que trabajan con la única idea de producir las uvas de mayor calidad para que Ruben pueda elaborar vinos únicos y de personalidad propia. Durante estos años han aprendido que son sólo el comienzo de su sueño de infancia y que necesitan de generaciones venideras para lograr verdaderamente sus objetivos, que no son otros que elaborar vinos diferentes, por lo que no tienen miedo a cometer errores y seguir aprendiendo, la única manera que entienden para llegar a conseguir vinos singulares y acordes a su filosofía de vida. Saben que cada día están más cerca de sus objetivos, pero mientras tanto, quieren dar las gracias a todos los que ya aprecian sus vinos y a los que no les gustan sus vinos también se lo agradecen porque les proporcionan una valiosa información para continuar en la búsqueda de “sus vinos”.